sábado, 16 de octubre de 2010

Bulor

"Nací en un poblado nómada en el que sobrevivía el más fuerte. La comida no era abundante así que el grupo se iba moviendo por los reinos de Xadur. La vida era tan dura que me enseñó a valerme por mí mismo y conseguir lo que necesitaba por los medios que fuesen. Cuando era un adolescente la peste de calor azotó la zona donde mi pueblo estaba instalado, los pocos que sobrevivimos nos vimos obligados a vivir en las ciudades y allí nuestro carácter se endureció más todavía. La mejor forma de conseguir dinero con las pocas habilidades que poseía era la de enrolarme en los ejércitos de los señores del reino. Fue entonces cuando aprendí todo lo relacionado con el arte de la guerra. No me tenía que preocupar nada más que de luchar, comer, beber y perseguir a las chicas de las posadas que frecuentábamos. Cierto día conocí a una guerrera con un tatuaje en el ojo derecho. Sabía lo que se hacía, era inteligente, brava y decidida. Me uní a su grupo de mercenarios para vivir aventuras más excitantes. No nos faltó trabajo hasta que durante una misión en la isla de Zoth, nos apresaron. Renna consiguió liberarnos de nuestro cautiverio. De nuestro grupo solo sobrevivimos ella y yo. Escapamos hasta llegar al reino de Zunn donde su rey, al saber que Renna estaba en la ciudad, la llamó para ofrecerle el puesto de la guardia real que había quedado recientemente vacante. Como segundo al mando pasé una de las mejores etapas de mi vida..."


Poco le duró a Bulor su alegría. El rey de Zunn descubrió su relación con la reina y lo hizo decapitar.

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